El multitarea ágil

Un modelo legendario

Fácil de manejar ya sea un principiante o un experto

El Outremer 45 es un catamarán de 48 pies. Fácil de controlar desde el puesto de gobierno, todo está al alcance de la mano y la vista clara sobre las cuatro esquinas del barco garantiza maniobras perfectas, incluso con una sola mano.

Con sus cascos estrechos y su peso ligero, la sensación de deslizarse bien encajado en un asiento cómodo con el timón en la mano es estimulante.

Pero no se preocupe si deja el timón al piloto automático o si el viento se vuelve más fuerte: el Outremer 45 es el catamarán más tolerante. La tranquilidad mientras navega no es negociable en un Outremer.

Ergonomía de navegación ideal

Todas las maniobras son accesibles desde el puesto de mando, situado en el centro de la embarcación. ¡Con una vista perfecta de las cuatro esquinas del barco y las velas, maniobrar con una sola mano es un juego de niños! Después de izar la vela mayor por su cuenta, utilizando el cabrestante eléctrico delante de usted, trimando y afinando sus velas con la vela mayor y las escotas de solent, tome el timón, cómodamente instalado en el asiento ergonómico, para disfrutar de un placer de gobierno único. De regreso a puerto, los controles del motor y el molinete también están al alcance de la mano, lo que garantiza maniobras perfectas.

Vista inigualable del horizonte

La vista de 360° desde el salón y la cabina proporciona una visibilidad excepcional del agua y el entorno circundante, lo que contribuye en gran medida a la comodidad a bordo. A bordo del Outremer 45, sentado o de pie, dentro o fuera, la visión es perfecta. ¡Un factor crucial para un crucero sereno! No es necesario subir a cubierta para escudriñar el horizonte, ¡las guardias nocturnas nunca le habrán parecido tan cómodas como en la mesa de cartas!

Fácil acceso

La botavara muy baja permite un fácil acceso a la vela mayor, baja el centro de esfuerzo de la vela y optimiza el rendimiento y la comodidad en el mar. El acceso al techo de la cabina se simplifica con un solo paso cerca del mástil, y hasta los más pequeños pueden participar en las maniobras bajo la atenta mirada del patrón. Cuando llega el momento de arrizar o guardar la vela, no se requieren acrobacias y usted se mantiene a salvo.